martes, 11 de mayo de 2010

XX Trofeo Masters, y lesiones varias.

No voy a extenderme demasiado en esta entrada. La verdad es que el día de ayer fue extraño, y ya lo contábamos mi compañero de viaje, José Andrés y yo, desde que llegamos allí. Lo primero fue aparcar el coche encima de un montón de mierda de caballo, jejejejeje, tal como lo leéis, cosa que nos dimos cuenta cuando llevábamos un rato pisoteando aquello. Ya en la salida, cuando estábamos colocados, mi compañero pinchó la rueda, hicimos una reparación express, in extremis. La lluvia, que comenzó a caer desde el principio, de forma leve unas veces y fuerte en otras.

La carrera muy rápida en un principio, lanzados. La media era de 50 a la hora en la primera media hora de carrera, increíble. Rodábamos con viento a favor, por una carretera ancha, de 60 a 70 a la hora, y aún así había intentos de fuga, en los que intenté meterme en alguna ocasión. Una vez giramos comenzó el calvario, viento de lateral, de cara, y muy fuerte, y lluvia, mucha lluvia, que hacían de aquello una situación dura para cualquier corredor.

Me quedé descolgado cuando llevábamos cerca de una hora de carrera, y me pegué un palizón durante 5 kms para poder enganchar de nuevo, cosa que conseguí, pero con la mala suerte de que justo cuando entro de nuevo....montonera!!!! y al suelo. Me levanté medio tonto, y me toqué todo el cuerpo, por si estaba entero, me monté en la bici y a lanzarse de nuevo en busca del paquete, pero me di cuenta que el cierre de la rueda se había quedado medio abierto, y gilipollas de mí intenté cerrarlo en marcha, y me di una hostia de película, donde me hice daño de verdad, tanto que me quedé quieto en el suelo y no quise ni moverme, hasta que no llegase la ambulancia, la cual me trasladó al hospital Virgen de la Macarena de Sevilla, donde me asistieron de posible rotura del radio del brazo izquierdo, luxación en el hombro, heridas, etc.
Y después la odisea de contactar con la organización para que avisaran a mi compañero, el cual no pudo acabar la carrera por pinchar a falta de 5kms para la meta, y que viniese a buscarme, cosa que consiguió al final.

Dar las gracias a la gente de la Cruz Roja que me trasladaron, que se portaron estupendamente, en especial al Técnico Sanitario Edu, que hizo todo lo posible por dejarme en el hospital con todo lo que me hacía falta para contactar con la organización. También a mis amigos, María José, Ale, Mark, Adrián, que hicieron lo posible por contactar con José Andrés, para que viniese a buscarme (gracias a él también), la organización de la carrera, y a todos los que se han preocupado por mí, y han demostrado estar ahí para lo que haga falta.

Y por fin a Málaga, con mucha rabia, porque me voy encontrando cada día mejor, pero la suerte a veces no está de nuestro lado. Pinchazo en Dos Hermanas, caída en Carmona, esperemos que mi suerte cambie, y que pueda dar pedales en unos días para no perderme ni La Sufrida, ni el Europolyb, las dos citas más importantes para mí esta temporada.

Hasta pronto.