I Maratón BTT Álora

El pasado sábado día 24 de octubre se celebró en Álora la I Marcha BTT con el nombre del pueblo, sobre un recorrido de 70 kms en un recorrido con una subida principal de de 10 kms entre otros muchos repechos, entre ellos uno de 1km el cual tenía un desnivel de más de un 20 por ciento, y rematando el final de la prueba con una pendiente asfaltada de porcentaje similar a la anterior y que llevaba hasta la meta, en un agónico esfuerzo.

La salida se dio sobre las 10 de la mañana, un par de vueltas al pueblo y a rodar hacia los carriles en los que se daría lugar a la salida. Chupinazo y a volar. El pelotón no tardó en romperse en varios grupos, quedándome en lo que en un primer momento sería el segundo, digo en un primer momento ya que conforme pasaban los kilómetros el pelotón iba deshaciéndose poco a poco dejando un rocío de corredores.

Durante los primeros 15 kilómetros me encontré algo forzado, el ritmo al que se iba, bastante rápido y la aparición de zonas técnicas, acompañadas de mi falta de entreno en esto del MTB, hacían que mis pulsaciones no bajaran de 170 llegando a 185.
Llegamos a la subida y decidí recuperar un poco, porque si seguía queriendo llevar ese ritmo lo iba a pasar mal hasta el kilómetro 70, donde estaba la meta. Así que perdí el el grupo con el que iba y me tranquilicé un poco. Cerca de la mitad de la subida aumenté el ritmo, y ya fui cogiendo a alguno de los corredores, que iban cayendo poco a poco. Coronamos, la cima, donde están los molinos de viento, y tuvimos varios kilómetros de falso llano, con pequeños senderos que marcaban el camino, y que permitían rodar muy rápido. Así hasta llegar a la bajada más pronunciada, con varias curvas peligrosas, muy cerradas, y que llevaban hasta el asfalto, donde me llevé un pequeño susto al salirse la cadena y las calas de ambos pedales, quedando suspendido sobre la punta del sillín, y guardando el equilibrio de milagro.

Zonas técnicas con pequeñas trialeras, donde la rígida total se comportó muy bien. Uno de mis temores era el dolor de las articulaciones, pero tengo que decir que no fue mayor que en otras maratones, más que nada de manos, porque en los brazos tengo que decir que no tuve problemas, y supongo que se debe a la pequeña preparación específica que he llevado estas semanas a base de pesas para biceps y algunas flexiones.

Llegamos al repecho de un kilómetro que tuvimos que subir dos veces. La primera fue dura, sobre todo la impresión de no conocerlo y ver el monstruo que teníamos delante. Antes de subir la segunda vez, tuvimos que dar un rodeo por zonas de llano y rompepiernas, donde lo pasé un poco mal, porque el ritmo que llevaban la gente con la que iba era un poco rápido para las fuerzas que me quedaban, pero había que tirar de clase y llegar de nuevo al coloso del kilómetro, donde pude subir a ritmo tranquilo, saludando a un par de amigos que llegaban en ese momento por primera vez a este punto y que ya iban sufriendo un poco.

Bajada rápida, y de nuevo repechos hacia el cementerio, donde había que darlo todo porque apenas faltaban 3 kilómetros. Bajada por asfalto hasta el monstruo final, donde son quitar el plato mediano engrané un piñón grandecito, pero que me permitiese un ritmo fuerte hasta el final, y así fue, 192 pulsaciones hasta llegar a meta, donde entré contento de lo acontecido, pero sabiendo que me queda mucho por mejorar en esto de las ruedas gordas.

El resultado final, 3 horas 23 minutos y 58 segundos, 73º en la general, y 37º en Master30. Creo que para lo que llevo entrenado, poco más de un mes y teniendo en cuenta que esto de la tierra no es lo mio, propiamente dicho, el resultado es muy bueno, pero ya intentaremos mejorarlo para el año que viene.


Hasta pronto.